sábado, 19 de enero de 2019

Entre la verdad y el mito: las matemáticas de las calorías, Parte 1

Mis pacientes vienen a consulta, principalmente, por tres razones: sobrepeso, diabetes o cáncer. Casi todos han hecho algún tipo de dieta sin resultados duraderos, pasando por innumerables combinaciones de alimentos o por el suplicio de estar constantemente contando calorías. Por eso, cuando les digo que contar calorías y hacer ejercicio no es la solución sino más bien un mito insostenible científicamente, su primera reacción es ponerlo en duda. Y yo los entiendo.

Probablemente también tú te sorprendas al leer algo así. No es para menos, cuando hasta la Organización Mundial de la Salud, OMS por sus siglas, sostiene que: “La causa fundamental de la obesidad y el sobrepeso es un imbalance entre las calorías consumidas y las calorías gastadas” (2018) (1). ¿Cómo no sentirse confundido y con miedo cuando un médico te dice que eso no es verdad? ¿No es acaso la OMS la institución de mayor autoridad en la materia?

El problema es que nuestra medicina contemporánea parece basarse más en los mitos que arrastramos de la tradición que en buscar soluciones más acordes a nuestro tiempo. Fue Hipócrates quien, hace más de dos mil años, le prescribió al obeso que comiera una sola vez al día y se agotara corriendo desnudo. No parece que hayamos avanzado mucho desde entonces, como bien lo menciona Baylor (2) cuando comenta: “El progreso en esa área (la pérdida de grasa) requerirá que nos movamos más allá de esta prescripción de dos mil años y desarrollar en su lugar estrategias que se basen en la ciencia del siglo XXI”

Pero estas estrategias parece que aún nos evaden. Comer menos y moverse más, como sugiere Hipócrates, se ha convertido en una suerte de mandamiento inamovible del cual se deriva que no ver los resultados que esperamos es exclusivamente culpa nuestra. Así, heredamos una concepción del pasado que nos negamos a revisar y que paulatinamente se convierte en una verdad inamovible. El Dr. Jason Fung (3) tiene una forma muy tajante de tocar el tema en su libro El Código de la Obesidad al resaltar que el modelo de la reducción calórica es incorrecto y por lo tanto, no funciona, al menos no para producir una pérdida de peso de manera permanente.

Cuando le indico a un paciente probar la alimentación cetogénica, me enfrento a otro de esos mitos decadentes.  Al explicar que se trata de una dieta baja en carbohidratos y alta en grasas naturales, lo primero que objeta es que las grasas no son saludables para el corazón y que aportan muchas calorías. Basta una breve exploración en la plataforma de DietDoctor para desmontar esta creencia falsa sobre el consumo de grasas.

Pero la autoridad de estos mandamientos inamovibles opera incansablemente. De ahí que pacientes que reportan comer bastante sano no logran bajar de peso, o mantenerse en su peso ideal cuando rebajan, y que el consejo de sus médicos redunda en reducir aún más el contenido calórico de sus comidas y aumentar su rutina de ejercicio aún más.  

Para mí cambiar el mandamiento no ha sido fácil. Tampoco lo es para los pacientes. Es difícil hacerlo si la perspectiva que se tiene es errónea porque el mito aplica las matemáticas en vez de la biología que es la ciencia que realmente opera en el cuerpo.

Después de trabajar por más de veinte años con pacientes con sobrepeso, obesidad y diabetes, y más recientemente con personas afectadas por cáncer, he aprendido que nada de ese tradicional consejo médico come menos y muévete más realmente funciona, y que no es más que un mito sin verdadero apoyo científico.

De hecho, la comunidad científica ha comenzado a cambiar radicalmente, por eso me sorprende tanto que la OMS todavía esté empecinada en seguir inamovible en las matemáticas de las calorías.

Miremos algunos de los estudios acerca de lo erróneo de esas matemáticas:
Wayne Miller (4): “No hay relación alguna entre la ingesta de energía y la grasa corporal” (1990)
Wisse (5): “el descubrimiento de la Leptina, la hormona que se produce en los adipocitos (o células de grasa), descarta que la obesidad sea un problema de falta de fuerza de voluntad, y lo considera más bien parte de una alteración biológica subyacente. Hoy, 15 años después del descubrimiento de la Leptina, comienza a emerger una perspectiva muy diferente de cómo aparece la obesidad.”  (2009)
Friedman (6): “En realidad, no tenemos que preocuparnos de regular las funciones que nos mantienen vivos, ese es el trabajo de nuestros cerebros y las hormonas a través de un poderoso sistema biológico que mantiene el peso en un rango relativamente estrecho.” (2004)
Louis Dalrymple (2-Nov-1896),
Wikimedia Commons

Puedes contradecirme recurriendo a investigaciones (7) que revelan que la cantidad de calorías consumidas por persona por día ha aumentado en 570 entre 1977 y el 2006, lo que parece confirmar inicialmente que la causa de la razón de la obesidad es comer demasiado.

Sin embargo, si hacemos las cuentas, no cuadra. Es largo detallarlas, pero si extrapolamos los resultados al lapso entre el 2006-2018, el resultado final es que habríamos aumentado 277kg. Lo que no ocurrió, a pesar de la tasa creciente de aumento de la obesidad.

Como bien lo señala Jonathan Baylor (2015) en su libro The Calorie Myth (8) al señalar “la complejidad que proviene de la información errónea...o bien comemos menos, o estamos haciendo suficiente ejercicio para contrarrestar todas esas calorías, o simplemente las cuentas no cuadran.”

Es decir, hay un fallo en las matemáticas de las calorías. Y es que las cuentas no cuadran porque es un problema de biología.

¡Esto no acaba aquí!

¡Te comparto más pronto!

Referencias
2 Baylor, J. (2015), página 14 - The Calorie Myth. Harper Wave: Estados Unidos. Recuperado de: http://a.co/d/gdwaIGN
3 Jason Fung (2017) El Código de la ObesidadEditorial Sirio, Barcelona, España. Recuperado de: http://a.co/d/b3NoO0Y
4 Miller, WC, AK Lindeman, J Wallace, and M Niederpruem: Diet Composition, Energy Intake, and Exercise in Relation to Body Fat in Men and Women. Am J Clin Nutr 52(3) (1990):426-30
5 Does Hypothalamic Inflammation Cause Obesity? (Brent Wisse, Michael Schwartz)
7 Energy Density, Portion Size, and Eating Occasions: Contributions to Increased Energy Intake in the United States, 1977–2006 (Popkin and Kiyah)
Baylor, J. (2015),  - The Calorie Myth. Harper Wave: Estados Unidos. Recuperado de: http://a.co/d/gdwaIGN



4 comentarios:

  1. Excelente artículo Dra, yo estoy trabajando en hacer un cambio en mi alimentación según sus indicaciones. Voy a compartir esta información y espero la segunda parte.

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  2. Maru, muy interesante tu artículo, definitivamente hay que romper paradigmas. Gracias por compartir tus conocimientos. En espera de la siguiente parte.

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  3. Caramba!! "Es decir, hay un fallo en las matemáticas de las calorías. Y es que las cuentas no cuadran porque es un problema de biología."

    Qué interesante y revelador este contenido que combina su experiencia con investigaciones Dra Maru! Gracias por compartirlo! y esperamos la2da entrega. Bendiciónes y Éxitos!

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  4. Excelente información. Felicitaciones Dra. María Eugenia. Esperamos la Segunda parte
    Muchísimas gracias

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