¿Cuál es el síntoma más frecuente de un ataque al corazón (infarto)?
Cuando hago esta pregunta a pacientes, amigos y familiares, las respuestas más frecuentes son "dolor en el pecho", "dolor en el brazo izquierdo", "dolor en el cuello" o "dolor en la mandíbula". Unos pocos agregan "náuseas". Se me quedan viendo, esperando que les diga algo. Mi respuesta siempre los deja en shock: "el síntoma más frecuente en casi la mitad de las personas es la muerte súbita".
No después, o en las primeras horas o días, como puede llegar a serlo. O con el tiempo.
No. Es la muerte al momento de sufrirlo.
Algunas de estas muertes son dramáticas y han golpeado a personas muy cercanas a mi familia o a mis vecinos: el papá de mi madrina y mejor amiga de la infancia se acostó al lado de su esposa y amaneció sin vida. Cero aviso previo.
Un vecino del piso 10 dónde yo vivía me llamó desesperado –sabía que yo era médico. "!Mi papá se desmayó en el piso, ayúdeme doctora!". Aunque lo intubé (soy anestesiólogo intensivista y tenía equipo de resucitación cardiopulmonar en casa) y le di masaje, no respondió. Cero aviso previo.
Mi comadre era médico forense y la acompañé numerosas veces a casas donde había un fallecido súbito. Los resultados de las autopsias solían tener un denominador común: eran personas con un infarto agudo. Cero aviso previo.
La enfermedad cardiovascular sigue siendo la principal causa de muerte, súbita o no, en la población de la mayor parte de los países, a pesar de los avances médicos y de su desarrollo económico.
Hasta hace poco esa muerte súbita ocurría en 1 de cada 2 personas. Ahora quizás es alrededor de 1 de cada 3. Puede ser porque hay mejores técnicas de resucitación, o porque se hacen cambios en el estilo de vida, o porque son personas a las que le han realizado procedimientos previos para disminuir la gravedad de las lesiones en sus arterias coronarias.
La ciencia médica incluso ha llegado a decir que el cambio es por el tratamiento con estatinas para bajar el colesterol (aunque, como ya lo destaqué en un post en este blog que publiqué en el 2016, no es verdad).
De hecho, cada día hay más confusión acerca del colesterol y el riesgo de infarto. Si hacemos una búsqueda en internet, cualquiera que sea el navegador, nos aparecen miles de entradas, y en muchas de ellas el chico malo de la cuadra es el colesterol "alto". Es el criminal. Hay que perseguirlo y sacarlo de nuestro organismo.
Pero –siempre hay un pero– el colesterol es indispensable para la vida.
Sin colesterol no hay hormonas sexuales especializadas (testosterona y estrógenos), no hay hormonas de defensa (cortisol), ni de control de inflamación (cortisona), ni de manejo de minerales como el sodio (aldosterona).
No producimos sales biliares (adiós digestión).
No tenemos cobertura en los nervios (mielina) que impida que se pierda la energía que trasmiten; ni tenemos estructura (membrana celular) que eviten que nuestras células se desintegren.
Tampoco tendríamos unos glóbulos blancos capaces de defendernos de las infecciones.
La lista de lo que depende del colesterol para mantenernos vivos y con salud prácticamente es interminable.
Aún así, la llamada ciencia médica se ha dedicado a criminalizarlo durante más de 60 años y lo quiere relegar a desaparecer a expensas de dietas inútiles y medicamentos que disminuyan indiscriminadamente su producción.
A muchos de los pacientes que llegan a mi consulta con el colesterol elevado se les ha indicado esta trifecta: una dieta "saludable" (comer bajo en grasa, con más vegetales y fruta), hacer ejercicio y tomar una estatina. Sobre todo les dicen que sin las estatinas podrían tener un infarto y morir.
Las verdaderas causas de la enfermedad cardiovascular (ECV), y el evento que es la razón de este artículo, vienen muy bien ilustradas en el video de YouTube del Dr. Ken Berry Cómo evitar un Ataque Cardíaco:
Sería de esperar que entre las causas más importantes para sufrir un infarto estuviese el aumento del colesterol –causado, por supuesto, por una alimentación rica en grasas– y la falta de ejercicio. Pero como podemos ver en la gráfica que está en este video del Dr. Berry, los factores de riesgo que están entre las primeras causas de infarto no son el colesterol alto (que quedó fuera del gráfico, en el puesto 13) ni el sedentarismo (que aparece como el último entre los 10 Tope).
En el gráfico podemos ver que más del 75% de las 10 causas principales de ECV son condiciones médicas como la diabetes tipo 2, el síndrome metabólico, la hipertensión arterial y la obesidad, y un hábito de vida: fumar.
Es un estudio hecho en 28.024 mujeres profesionales de 45 o más años de edad, sin enfermedad cardiovascular conocida, a las que se le hizo seguimiento por un promedio de 21 años.
Que no les engañe que el estudio se hizo en mujeres: las causas son tan o más importantes en los hombres.