Las estimaciones de la deficiencia global de vitamina D
están en el orden del 50%, lo que la convierte, como ya lo mencioné en mi
artículo de la semana pasada, en una epidemia de proporciones monumentales.
Esta deficiencia no respeta edades, sexo, estrato social ni localización
geográfica.
Para mi espanto, esta semana vi dos pacientes en mi consulta con valores tan bajos, que si fueran niños podrían catalogarles como pacientes
en alto riesgo de raquitismo. Ninguno de estos pacientes califica como del
“tercer mundo”. Me siento abrumada por la gravedad de lo que enfrentamos, y por
la indiferencia de mis colegas quienes aún hoy descartan las evidencias de que
es una deficiencia real y fácil de tratar.
Esto es particularmente abrumador cuando se trata de niños. ScienceDaily publicó en Agosto del 2009, los resultados de un estudio hecho en 6.000
niños por investigadores del Albert Einstein College of Medicine of Yeshiva
University, en el que se pudo evidenciar que 7 de cada 10 niños en los Estados
Unidos tienen bajos niveles de vitamina D, lo que sugiere que millones de niños
deficientes en Vitamina D estarían en riesgo de padecer de hipertensión
arterial, enfermedad cardiovascular y enfermedades óseas.
http://www.sciencedaily.com/releases/2009/08/090803083633.htm |
El Dr. John Cannell, de Vitamin D Council, refiere en una de
las cartas de su estupendo blog, como ha sido contactado por padres inocentes acusados
de maltrato infantil. Los padres alegaban no haber maltratado a los niños, y
que la aparición de fracturas obedecía a otras causas. El Dr. Cannell canalizó
a través de expertos radiólogos la defensa de estos padres para que pudieran demostrar
que las fracturas se produjeron de manera espontánea por RAQUITISMO NO
DIAGNOSTICADO.
En algunos de estos casos de acusaciones injustas había
bebés de apenas días de nacidos y con múltiples fracturas.
Te invito a visitar RICKETS AN EPIDEMIC en Facebook, una organización sin fines de lucro que buscar ayudar a las familias a entender y protegerse de esta epidemia de Raquitismo que ha sido diagnosticada erróneamente como maltrato infantil.
Te invito a visitar RICKETS AN EPIDEMIC en Facebook, una organización sin fines de lucro que buscar ayudar a las familias a entender y protegerse de esta epidemia de Raquitismo que ha sido diagnosticada erróneamente como maltrato infantil.
http://www.facebook.com/RICKETSANEPIDEMIC |
Quizás una de las razones de esta forma de pensar que tienen
mis colegas se basa en los valores del nivel de vitamina D catalogado como
“normal”, y que, en realidad, corresponden a niveles de insuficiencia o
deficiencia.
Si nos dejamos llevar únicamente por los parámetros que nos
indican en el laboratorio, somos llevados a error. Puedo apreciarlo cada vez
que en el reporte de laboratorio colocan como rango suficiente valores que
numerosos estudios califican no sólo como insuficientes, sino de alto riesgo
para desarrollar cáncer.
Los valores estándar en sangre se miden en ng/ml, siendo menos
de 20ng/ml un nivel considerado como “deficiencia”, de 20 a 29 son “insuficientes”,
y los que están por encima de 30, como “suficientes” u “óptimos”. Sin embargo,
un estudio sobre la perspectiva global para la prevención de cáncer basado en
la incidencia de esta enfermedad versus los niveles en sangre de vitamina D,
puso en evidencia que el simple hecho de llevar la vitamina D a niveles entre
40 y 60 ng/ml podría prevenir la
aparición de 58.000 nuevos casos de
cáncer de mama y 49.000 nuevos casos
de cáncer de colon y recto (Vitamin D for Cancer Prevention: Global Perspective,
Garland CF, Gorham ED, Mohr SB, Ann Epidemiol 2009 Jul; 19(7):468-83).
En Mayo de este año tuve la oportunidad de asistir al XX Congreso
Anual de Medicina Regenerativa y Anti-Envejecimiento en Estados Unidos, y
diferentes conferencistas presentaron estudios que sitúan estas cifras óptimas
alrededor de 70ng/ml.
Otros estudios destacan un aspecto muy importante que pocos
médicos toman en cuenta, y que expone aún más la desinformación de mis colegas:
los bajos niveles de vitamina D de personas aparentemente sanas (Clin Biochem,
2010); la asociación significativa entre la deficiencia de Vitamina D en la
etapa neonatal y la esquizofrenia (Schizophr Bull, 2010); la prevalencia de la
deficiencia de vitamina D en adolescentes sanos (Arch Pediatr Adolesc Med,
2004); hipovitaminosis D en niños y adolescentes obesos (Metabolism, 2008); la
importancia de la vitamina D en la prevención de cáncer, diabetes tipo 1,
enfermedad cardiovascular, y osteoporosis (Am J Clin Nutr, 2004); prevalencia
de la insuficiencia de vitamina D en adolescentes brasileños (Ann Nutr Metab,
2009); el efecto de la vitamina D y los corticoesteroides en niños con asma (Am J of Resp and Crit Care Med, 2012); y una lista casi interminable de otros estudios, que no cito por motivos
de espacio.
Amigos lectores: no sé si tu médico te ha pedido alguna vez
que te hagas una determinación de vitamina D en sangre, pero comparto contigo
estas sugerencias:
- No compres que por vivir en un país “tropical” no necesitas tomar vitamina D (ni medirla).
- No aceptes de tu médico o cuidador de salud el mito de que la vitamina D es tóxica (los casos de toxicidad reportados en la literatura implican tomas DIARIAS de 40.000 UI o más, con niveles en sangre –de toxicidad- por encima de 200ng/ml).
- Si tienes piel de tez morena, trabajas bajo techo, usas bloqueadores, no te suplementas, es casi seguro que tengas niveles muy bajos de vitamina D.
- Tener alguna condición crónica de salud es razón, como mínimo, para hacerte el examen.
- Aplica esto a todos los miembros de tu familia.