Revisemos ahora al microbioma intestinal dentro de los factores
epigenéticos.

Lo curioso es que el Dr. Perlmutter es un destacado Neurólogo, no
Gastroenterólogo, y es una autoridad reconocida en el campo de la Neurología
clínica y el tratamiento del Alzheimer, pero tiene una experiencia formidable
en el microbioma intestinal y sus efectos sobre el Sistema Nervioso Central.
Cada vez que comemos, los alimentos pasan por nuestro sistema digestivo y en el intestino tienen contacto con la flora intestinal, que se ocupa de digerirlos para convertirlos en sus integrantes más sencillos, amén de otras
funciones importantes que tiene ese microbioma intestinal.
Cuando comemos
proteínas, por ejemplo, no podemos aprovecharlas como están; tienen que ser
llevadas a los aminoácidos, que son los elementos simples de los cuales están
hechas las proteínas.
Usando la palabra COMPROMISO como metáfora, cada una de sus letras
vendría a ser un aminoácido que se absorbe a través de las células que
conforman la pared intestinal (c, o, m, p, r, etc.)
Si la flora bacteriana es incorrecta o se afecta porque no reconoce los
alimentos que llegan al intestino, la palabra no se divide en letras sino en
sílabas (¡no pocas veces en sílabas extrañas!), de manera tal que ya no podemos
usar esas letras o sílabas para construir nuevas palabras.

La interacción es tan crítica entre los alimentos y esa flora intestinal o
microbioma, que importantes investigaciones han demostrado que dejan de producirse los aminoácidos necesarios para la
elaboración de neurotransmisores en el cerebro, como la serotonina, y se produce depresión. Y así,
un sinnúmero de condiciones patológicas.
Hay una gran complejidad en este microcosmos y no quiero enredarlos
ahondando en el tema. Pero si dejar en claro el mensaje de que el microbioma
define no sólo nuestro bienestar en términos de materia prima para otros
componentes de nuestro organismo, sino también para el funcionamiento de los
genes y la expresión genética, ya sea para nuestra salud o para producir
enfermedades.
Es por eso que necesitamos no una dieta sino todo un programa para reiniciar nuestro metabolismo, de manera que podamos alimentar y nutrir
los genes adecuadamente, y recuperar y mantener nuestra salud en las mejores
condiciones posibles.
Y sobre ese programa te cuento mañana en nuestro próximo post.
No hay comentarios:
Publicar un comentario