El Dr. Mark Hyman ha sido mi mentor "virtual" en diabetes a través de sus libros, blog, su página enInternet y sus videos.
Quierocompartir hoy contigo algunos fragmentos de su charla en TEDMED 2012, recientementepublicados en su blog bajo el título “¿Pueden las Redes Sociales curar las enfermedades? Parte I”.
La semana pasada di una charla en TEDMED sobre cómo las Redes Sociales pueden ser unainesperada solución en nuestra crisis de salud. Hablé sobre...
…cómo podemosmanejar esta disparatada explosión de enfermedades crónicas degenerativasimpulsadas por el estilo de vida, como lo son la enfermedad cardiovascular,diabetes y obesidad (lo que yo llamo DIABESIDAD).
…pensar, siquiera,en cómo resolver este problema que le costará 47 trillones de dólares a laeconomía global en los próximos 20 años, y que para finales de esta décadaestará ocasionando la muerte de 50 millones de personas por año, el doble decualquier enfermedad infecciosa.
Mapa de Diabetes, 2011, Federación Internacional de Diabetes |
…cómo podemospensar en un mundo dónde hay más gente son sobrepeso que hambrienta.
¿Cómo podemospensar en un mundo donde pronto habrá cerca de quinientos millones dediabéticos y mil millones de prediabéticos, y solo una fracción de doctores ytrabajadores de salud que los pueda atender? Estas no son enfermedades de losafluentes: ¡se expanden explosivamente en los países más pobres sobre latierra!
Era elprimero de Enero del 2010, y estos pensamientos me vinieron cuando terminé deleer un libro del Dr. Paul Farmer, quien logró tratar con éxito enfermedades comola tuberculosis y el SIDA, catalogadas como intratables, en lugares como Haití, Lima o Ruanda, a pesar de la extrema pobreza.
Paul se diocuenta de que no era necesario un nuevoavance en la ciencia, o una nuevamedicación, sino algo muy simple: reconstruir las comunidades y la conexiónrota entre ellas.
La genialidad de Paul fue su visión de que la clave para resolver los problemas no solucionables del sistema de salud radicabaen gente ayudando a gente, en el apoyo entre sí, en acompañarse el uno al otro en el camino a la salud, en acompañarse el uno al otro parareconstruir las comunidades con agua limpia, alimentos, y yendo a las casaspara asegurarse de que el vecino enfermo supiera cuándo y cómo tomar susmedicinas.
Lo que resultó ser un mejor modelo para la distribución correcta delmedicamento o la información, ya que la comunidad se convirtió en parte de lamedicina, de la cura.
Public Domain, Wikipdia Commons |
Ese mes deEnero del 2010 ocurrió el terremoto en Haití. Me fui con Paul Farmer como parte de unamisión de ayuda, y en una de mis reuniones con la Dr. Alix Lassegue, delhospital más importante de Haití, tuve el conocimiento de que las causas másfrecuentes de admisión al hospital no eran la tuberculosis o el SIDA, sino ladiabetes, la hipertensión y la enfermedad cardiovascular, 90% de las cuales sonprevenibles o reversibles a través de cambios en el estilo de vida.
Estas enfermedadescrónicas han alcanzado cada esquina y cada persona del planeta. La mayoría de ellas,incluyendo el cáncer, el ACV, y aún el Alzheimer, tienen la misma causa o raíz.
Cerca del 80%de los diabéticos están en países pobres, ¡y la mitad de ellos (y casi todoslos prediabéticos) aún no saben de estos diagnósticos!
Allí en Haití, en medio de sangre, pus, y miembros y vidas amputadas, me di cuenta de que había estado demasiado inmerso en la biología delas enfermedades, y que había pasado por alto algo mucho más importante: que la mayoría de las enfermedades crónicasson, muy a menudo, una enfermedad SOCIALmás que un problema de biología.
Hoy en díasabemos que es más probable ser obeso si nuestros amigos son obesos, que el que nuestros padres sean obesos.
Que los lazos genéticos pueden ser menos importantesque los lazos sociales, y que nuestras conexiones sociales y nuestra necesidadancestral de ser parte de una tribu, pueden ser el camino a la epidemia deenfermedades crónicas.
Que puede ser que la SOCIOGENÓMICA, o cómo las redes sociales influencian la salud y laenfermedad y alteran la expresión genética, sea el lugar que debamos mirar paraencontrar la solución.
No podemosmedicar nuestro camino para escapar de una mala dieta. Es un sinsentido tomar una estatinamientras nos comemos una hamburguesa doble con queso, papas fritas y unagaseosa.
Pero se hadescubierto una nueva droga que puede modular beneficiosamente miles de genes, potenciar la función de docenas dehormonas, regular decenas de miles de redes de proteínas, y prevenir o incluso revertir la mayoría de las enfermedades crónicas. Trabaja más rápido, mejory es más barata que cualquier otra droga descubierta, y está al alcance de casicualquier persona en el planeta en este mismo momento…
Es la comida.
Sabemos que los alimentos no sólo soncalorías, son información, y puedenactualizar nuestro software biológico.
La mayoría delas enfermedades crónicas son una enfermedad de la alimentación. Comiendo nos metemos en el problema, y comiendo salimos de él.
El colesterolalto no es una deficiencia de estatinas (un medicamento utilizado para bajarlo),así como la diabetes no es una deficiencia de Avandia (un medicamento usado enel control de esta enfermedad). No hacen que ninguno de estos problemasmejoren; con ellas sólo estamos “re-arreglando lassillas del Titanic”.
Las estatinasaumentan el riesgo de diabetes en mujeres en 48%, y Avandia, el bestseller #1 delos fármacos para el tratamiento de la diabetes, ocasionó casi 200.000 muertesdesde que entró en el mercado en 1999.
Las estatinas,diseñadas para prevenir los ataques cardíacos, causan diabetes, y losmedicamentos diseñados para tratar la diabetes están causando ataquescardíacos.
Ésto es el Farmagedón.
Después deHaití caí en cuenta de que la respuesta tenía que estar en otro lado. Si lasredes sociales pueden promover un estilo de vida que nos enferme, quizás podamosusar las redes sociales para crear salud.
Sabemos cómoprevenir, tratar e incluso revertir la diabetes y la enfermedad cardiovascular,pero hemos fallado miserablemente en hacerlo.
Podemoserradicar la diabetes tipo 2 de la misma manera en que el científico LarryBrilliant ayudó a erradicar la viruela.
Sin embargo,las personas se rinden cuando piensan en la obesidad y las enfermedadescrónicas que están matando a la mayoría de la población mundial.
Es demasiadoabrumador, demasiado grande. Pero yo no pienso que lo sea, yo creo que es unproblema pequeño, un problema local, un problema comunitario.
Después queregresé de Haití, algo en lo que comencé a pensar es que si estamos enfermos,el mejor lugar para crear salud puede no ser el consultorio del médico o laclínica, sino nuestra comunidad con un poco de ayuda de parte de nuestrosamigos.
Me di cuentade que sanar puede ser como ser parte de un equipo en los deportes.
Esta es la parte I.
¡Tremendas reflexiones!
Comparte con nosotros qué piensas al respecto.
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