La semana pasada vimos dos características acerca de los suplementos que debemos elegir:
que sean naturales y orgánicos. ¿Qué más tener en cuenta? ¿Qué marcas son
mejores?
Antes de ir a
las marcas, veamos unos puntos muy importantes.
Empecemos con
un nuevo vocablo y su razón: LOCAVORE.
Aunque parece latín, en realidad se refiere a una persona cuya dieta consiste
principalmente de alimentos cultivados localmente. Inicialmente fue un
movimiento que se generó para crear una mayor conexión con las fuentes de alimentos,
resistirse a los alimentos industrializados y procesados, y dar apoyo a la
economía local.
http://www.locavores.com/ |
Este movimiento nació en San Francisco, California, en el 2005. Locavore es un
vocablo que podría ser traducido al español como “locavoro”, de mezclar “local”
con “voro”, como se hace en “carnívoro” o en "herbívoro". Es esa suerte de
vocablo moderno que nace de un grupo
local y que unos años después termina en el diccionario, por la fuerza
misma que ejerce su uso continuo y universal (más o menos).
Cuando se usan
alimentos orgánicos locales mejora dramáticamente el contenido de
micronutrientes. Tomemos como ejemplo una ensalada “fresca” de espinaca: si no es local, probablemente viajó cientos de
kilómetros hasta la tienda donde las compramos; y allí, quizás ha estado varios
días en el refrigerador; nosotros, con frecuencia, no las comemos de inmediato
(¡más refrigerador!). ¿Cuánto de los micronutrientes originales restan en esta
ensalada “fresca” de espinacas? No
hay que ser un matemático especializado para deducir que quedan mucho menos de
los habían cuando se cosecharon.
Los Calton, en
su libro NAKED CALORIES, establecen que LA PÉRDIDA DE MICRONUTRIENTES ES
PROPORCIONAL A LA DISTANCIA QUE VIAJAN LOS ALIMENTOS.
Por lo tanto,
si esperamos encontrar en un suplemento natural y orgánico los micronutrientes
que pudieran ofrecer, un elemento en la selección debe ser si provienen o no de
alimentos cultivados y cosechados localmente
antes de ser procesados como fuente de un suplemento.
Cientos de
compañías se jactan de usar micronutrientes adecuados, pero pocas viven su
promesa de tomarlos de una fuente natural y orgánica. Y sólo UNA lo hace de alimentos cultivados y
cosechados LOCALMENTE, no comprando
la materia prima a terceros. A riesgo de que este artículo parezca una
publicidad para esa compañía, no puedo darle la espalda a la realidad de
suplementarnos con lo mejor. De hacerlo, estaría infringiendo una ley implícita
en mi profesión como médico.
Hace 10 años
tuve la oportunidad de viajar a Lakeview, California y ver por primera vez los
terrenos que usa esta compañía. La sorpresa no es que fueran terrenos
orgánicos. Provengo de una familia que, en Portugal, usa sus propias cosechas
para proveer la mesa a diario, y que se niegan totalmente a usar algo más que
el compost como fertilizante en sus
tierras. La sorpresa provenía de que esta compañía cultiva y cosecha en sus
propios terrenos orgánicos cada alimento del cual obtienen los micronutrientes
que se usan en sus suplementos, y que una vez cosechados, se deshidratan casi
de inmediato para iniciar el proceso que finalmente los llevará al producto
final. Así sellan todos y cada uno de estos micronutrientes y los aprovechan
con una pérdida mínima de su contenido.
Mis ojos de científico no podían dar crédito al nivel riguroso de producción, a los cientos de procesos de alta calidad a los que eran sometidos los suplementos y que sólo se usan en las industrias farmacéuticas más estrictas. Pero por encima de todo, estaba el hecho del origen: terrenos propios, ricamente fertilizados por compost orgánico; semillas elegidas previo estudio de la riqueza de la potencialidad de sus componentes; rotación de los cultivos para mantener el manto milenario de minerales; control de plaga sin químicos industriales; aguas limpias y cristalinas en el riego.
En la imagen podemos ver en los tubos la misma secuencia que se sigue durante la procesamiento de la materia prima que se usa para la producción de los suplementos: el primero muestra las semillas de alfalfa antes de ser sembradas; el segundo, tiene la alfalfa ya cosechada y deshidratada; el tercero, las hojas de alfalfa finamente molidas; el cuarto, el concentrado líquido de esa alfalfa finamente molida, que se lleva a un proceso de extracción y separación muy similar al de la destilación en alambiques; el quinto tubo muestra el concentrado en polvo, y el sexto, el suplemento final en forma de tabletas.
Mis ojos de científico no podían dar crédito al nivel riguroso de producción, a los cientos de procesos de alta calidad a los que eran sometidos los suplementos y que sólo se usan en las industrias farmacéuticas más estrictas. Pero por encima de todo, estaba el hecho del origen: terrenos propios, ricamente fertilizados por compost orgánico; semillas elegidas previo estudio de la riqueza de la potencialidad de sus componentes; rotación de los cultivos para mantener el manto milenario de minerales; control de plaga sin químicos industriales; aguas limpias y cristalinas en el riego.
En la imagen podemos ver en los tubos la misma secuencia que se sigue durante la procesamiento de la materia prima que se usa para la producción de los suplementos: el primero muestra las semillas de alfalfa antes de ser sembradas; el segundo, tiene la alfalfa ya cosechada y deshidratada; el tercero, las hojas de alfalfa finamente molidas; el cuarto, el concentrado líquido de esa alfalfa finamente molida, que se lleva a un proceso de extracción y separación muy similar al de la destilación en alambiques; el quinto tubo muestra el concentrado en polvo, y el sexto, el suplemento final en forma de tabletas.
Este proceso, concebido en los años 30 para producir NUTRILITOS
(partículas con alto contenido de micronutrientes), dio lugar al nacimiento de
una compañía que se llamó NUTRILITE,
actualmente con más de 78 años de experiencia orgánica y concentración de micronutrientes,
y con la capacidad de ofrecer el mejor producto proveniente de una agricultura local apoyada en
lo mejor de la ciencia y de la naturaleza.
Un proceso concebido por un hombre que había sobrevivido a un
campo de concentración en China a principios del siglo XX, y que regresó a
Estados Unidos con el sueño de aplicar los principios que lo habían mantenido
vivo durante su cautiverio.
Quiero
compartir más con ustedes de esta historia extraordinaria, pero hoy
sobreabundaría. Así que, como en las películas, concluyo este artículo con la
invitación:
…continuará.
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