Algunas
veces nosotros los médicos somos absurdamente necios: si sabemos que un libro,
por muy buen contenido que tenga, no está escrito por un científico (cualquiera
que sea su especialidad), tendemos a menospreciar la evidencia que presenta.
Nos
olvidamos de que los hermanos Wright eran mecánicos de bicicletas, no
ingenieros aeronáuticos; o de que Einstein era considerado estúpido por sus
profesores de la escuela elemental, y sin embargo se estima que
fue un genio de la física y las matemáticas.
De manera que si perteneces al campo de cualquiera de las ciencias médicas, no
podrás menos que aceptar los méritos científicos de la Dra. Artemis Simoupolos.
Se graduó
de químico en la Universidad de Columbia, y es egresada de la Escuela de
Medicina de Boston. Sus especialidades médicas incluyen pediatría,
endocrinología, genética y nutrición.
Fundó: The Center for Genetics, Nutrition
and Health y la International Society of Nutrigenetics/Nutrigenomics.
Secretaria
Ejecutiva de: Division of Medical Sciences, National Research Council, National
Academy of Sciences, y del Joint Subcommittee on Human
Nutrition Research,
Executive Office of The President, The White House.
Chairman, NIH
Nutrition Coordinating Committee, Office of the Director, y Special Assistant
for Coordination of Nutrition Programs, Office of the Director, National
Institutes of Health, Bethesda.
Directora: IUNS Task Force on
"Genetics, Nutrition and Physical Activity in Health and Disease".
Ha
publicado numerosos libros y edita prestigiosas revistas de Nutrición y
Genética (¡tiene algo así como unas 250 publicaciones!).
Todo esto
tiene el propósito de marearte y desear llegar al final de esta entrada y “echarla
a la basura” ya que puedes muy bien preguntarte para qué te sirve toda esa
información. Bueno, su utilidad es callar la boca de los médicos que, sin
saber, declaran que el Omega 3 es IRRELEVANTE:
durante más de 30 años ese omega ha sido el foco de la investigación de esta
doctora.
Aprovecho
las palabras en su libro The Omega Diet para compartir contigo esta reflexión:
"cuando pones aceite vegetal en una taza de medir, luce como una sustancia
uniforme, pero a nivel submicroscópico, está compuesto de 6 o más ácidos
grasos. Los estudios recientes demuestran que los ácidos grasos pueden tener,
de manera individual, efectos increíblemente diferentes sobre la salud. Algunos
promueven el desarrollo del cáncer, otros lo bloquean. Algunos aumentan el
riesgo de infartos en el corazón y el cerebro, otros lo reducen. Algunos
tienden a ser almacenados como grasa corporal, otros se queman fácilmente como
combustible. Algunos están relacionados con la depresión y otros problemas
mentales, otros estimulan el bienestar emocional. La manera en que una grasa
específica influencia la salud depende de su mezcla única de ácidos grasos."
En algunas
de mis próximas entradas iré tejiendo entre los trabajos de la Dra. Simopoulos,
los de Susan Allport y Michael Pollan. Claro, no me voy a dedicar sólo al
omega, pero es lo suficientemente importante dentro de nuestra salud para que,
como lo dice Susan Allport, le demos el lugar de una reina.
Queridos
lectores: de nuevo los invito a que hagan comentarios, ya sea en el espacio que
este blog tiene al final de cada entrada, o a través de mi correo electrónico dramarumaxvitae@gmail.com
Los
comentarios son vitales para compartir inquietudes y mejorar mi comunicación
con ustedes, y de alguna manera le dan un “toque humano” a este contacto del
mundo electrónico.
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